Le Grand Bleu
El viernes 11 estaba en el Cabo de Creus con mi querida Noemí. Me había llevado para que lo viese y la verdad es que fue todo un acierto. Aquello es maravilloso. Esos acantilados, esas tranquilas aguas. Me dijo: “Yo te he traído hasta aquí. Ahora vete escoge un camino que yo te sigo.” Apenas camine unos metros, hasta un cercano acantilado. Mire aquel magnifico paraje y me senté. Ella se sentó a mi lado y comenzamos a hablar. Sobre muchas cosas. Sobre lo que haría si me tocase la primitiva. La prometí que la compraría un pequeño velero de 15 m. de eslora si me tocase un gran premio. Pero esa no es la cuestión. Estuvimos hablando durante un largo periodo sobre el velero y sobre el mar. De cómo seria coger un año sabático y poder viajar por el mar con el, sin motores. Solo el sonido del mar y tu propia respiración y la de la compañía que tuvieses, si es que la hubiese. Hoy no se porque razón me he acordado de ese momento. Siempre me ha atraído mucho lo relacionado con la mar. Supongo que el hecho de ser de un signo de agua y vivir en un pueblo pesquero ayuda. La gente que vive o ha vivido cerca del agua salada sabrá a lo que me refiero cuando digo que hasta 20 km tierra a dentro puedes percibir la fragancia de la mar. A pesar de no ser un aficionado a la playa (por todo lo que ello conlleva: sol, cremas solares, cantidades ingentes de personas), no puedo negar mi atracción, fascinación diría yo, por ese salado líquido. Desde pequeño me ha gustado nadar y me gusta sentir mi cuerpo rodeado por el agua. De hecho, las veces que he tenido que ir a un lugar que no tenía mar, no he estado muy a gusto. El aire no es igual. Lo encuentro viciado. Molesto. Sin gracia. No creo que pudiese afincarme en un lugar sin mar. Aunque sea con un pequeño puerto pesquero o un simple acantilado a 10 km de distancia. Pero cerca, donde pueda sentir la humedad salada. Tolkien escribió en su conocido “El Señor de los Anillos”:
"Legolas Hojaverde, mucho tiempo bajo el árbol en alegría has vivido. ¡Ten cuidado del Mar! Si escuchas en la orilla la voz de la gaviota, nunca más descansará tu corazón en el bosque."
Aunque siempre fue un amante de la naturaleza y en especial de los bosques, jamás podrá negar que vivió en una isla, rodeada del mar. Eso te marca para el resto de tu vida. Y José de Espronceda escribió en su conocida “Canción del pirata”:
"Legolas Hojaverde, mucho tiempo bajo el árbol en alegría has vivido. ¡Ten cuidado del Mar! Si escuchas en la orilla la voz de la gaviota, nunca más descansará tu corazón en el bosque."
Aunque siempre fue un amante de la naturaleza y en especial de los bosques, jamás podrá negar que vivió en una isla, rodeada del mar. Eso te marca para el resto de tu vida. Y José de Espronceda escribió en su conocida “Canción del pirata”:
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.
No se si es porque me hicieron recitar el poema completo delante de toda la clase, de pie, entonando. Yo, con mi gran timidez, rojo como un tomate. O tal vez porque es el estribillo. O tal vez porque mi única patria es la mar. Tal vez no sepa distinguir un cabo de una cuerda, pero no hablo de barcos, si no de la Mar. La Mar con mayúsculas. Una vez en el colegio nos dijeron que como se llamaba: la mar o el mar. La respuesta fue: “Los de secano dicen que es el mar, pero los que viven cerca de la costa dicen la mar. Sobre todo los marineros y todos aquellos que viven de ella. La consideran su amante y su compañera. Por eso utilizan el femenino. Para los de secano simplemente es agua, el agua”. Y esas palabras también se me quedaron grabadas. Dicen que la memoria es caprichosa, y la mía lo es sobremanera. Tiendo a recordar las más insignificantes cosas, tontas e incluso ridículas. Tengo la capacidad de recordar lo absurdo y banal y, en cambio, un gran problema para recordar las cosas importantes de la vida. Supongo que será porque soy Piscis, un soñador empedernido. Un romántico risueño en busca del amor perfecto y eterno. Soy de agua y al agua estoy ligado. A LA MAR.
Etiquetas: Pensamientos
9 Comments:
oohhhh mi amada mar, cuanto te echo de menos, cuando de ti estoy lejos.
"Mirar La Mar"
Mirar la mar
al este el norte el sur
pintarlo en el oeste con el fuego
verdoso de las tardes otoñales
Ver la mar devorando a sus crepúsculos
escuchar sus latidos cada noche
sus canciones de espuma y marejada
memoria de otras noches y otros mares
Pintar la mar sumirse en él desembocarse
ebrios de mar amarse desbocarse
Mirar la mar de mar emborracharse
ser orilla y temblor y acantilado
caer caer caer entre las olas
mirar del mar la mar inolvidable
y no poder cruzarlo para verte...
Acaso hay algo mas bonito que sentarse en la playa y ver amanecer o anochecer? Si, hacerlo acompañado
estoy de acuerdo contigo, poder sentir la mar de cerca es un regalo que a veces no sabemos apreciar en su justa medida,veo que tu si lo sabes hacer, te felicito por ello, animo brother
vaya rïser, que momento más bonito que has vivido, de los q se quedan para siempre :)
realmente el Cap de Creus es impresionante, un sitio q desprende fuerza, ternura, mágia.
Ves como todo queda amigo rïzer? solo falta un pequeño resorte para hacerlo salir, para recordarlo y revivirlo con la memoria ;)
Yo soy de tierra adentro, a veces creo ahogarme en los espacios demasiado abiertos, sin montañas... necesito acariciarlas con la mirada, enamorarme de ellas cada primavera y cada otoño... no sé como le llamo a esa inmensidad maravillosa de agua... creo que según el día es femenina o masculino... pero sí sé de su magia y del placer de pasear cerca suyo en invierno, que es cuando más me gusta...
...tu eres un pez, yo soy una cabra con cola de pez ;)
freeway, todavia espero otra tarde tomando algo en aquel gran ventanal con la playa frente a nosotros. Una cerveza, la mar y buena compañia. Se puede pedir algo mas?
su, por aqui tenemos muchos de esos lugares, pero supongo que fue el momento. Siempre me han maravillado los lugares como el Cap de Creus. Me pasaria dias sentado en sus rocas mirando el horizonte.
elur, no me hagas caso. Tengo la mala costumbre de pasar del blanco al negro y viceversa sin pasar por el resto de la gama de colores. Soy un extremista. Pero es que no me gusta caminar por el centro del camino sin elegir una direccion, aunque tenga que cambiarla cada cinco minutos :-P
NO es muy filosofico, pero este extracto de dialogo siempre me gusto mucho y tiene que ver con el mar...
"¿Sabes lo que dicen los Mexicanos del Pacifio, Red?
- No, ¿Que dicen, Andy?
- Que no tiene memoria. Asi es como quiero acabar, viviendo en un lugar calido, sin memoria...."
Como los peces según la corriente ;)
A mí también me encanta el mar. Como ves soy de secano porque utilizo “el”. O tal vez sea porque soy mujer y lo considero mi amante…
Muchas gracias por tu visita y tus palabras.
Saludos.
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