Soledad acompañada

Oscuridad. Soledad. Luz. Soledad.
Abandonado. Soledad. Acompañado. Soledad.

Soledad.

En ocasiones, y sin razón aparente, me sumo en la más profunda de las tristezas. Sin ningún motivo.
Caminando por los yermos y pedregosos páramos del purgatorio, sin perder de vista el horizonte donde se haya el infierno, procuras encauzar tu viaje hacia la salida de ese desolado lugar.
Es extraño como la vida puede convertirse en la más espeluznante de las trampas. Caído en las arenas movedizas de la desesperación, cada movimiento parece condenado a ser baldío. Por mucho que intentas salir de ahí, más te hundes. Es cuando puede llegar la desesperación para el más profano en la materia. No puedes hacerla frente. Es imposible vencerla en el cuerpo a cuerpo. Es por eso que lo mejor es abandonarla a su suerte. Darla la espalda. Ignorarla. Si no esta ahí, no podrá vencerte.
Es difícil no abandonarse a la desesperación y dejarse dominar por el miedo. Y si en algún momento vuelves la mirada, puedes llegar a caer en el abismo, de donde miles de putrefactas manos se alzan para atrapar al desprevenido caminante.

Que complicado de entender que rodeado de la gente que te quiere puedas sentirte solo.

Añoro

Añoro esa melancólica mirada que se pierde en ensoñaciones. Que me traspasa como si fuese un cristal transparente, sin mota de polvo. Envuelta en un mar de sueños que no parecen terminar.

Añoro esa tímida sonrisa cuando sale de su mundo y toma realidad de donde está. Cuando intenta esconder que le gusta algo que nadie más debe saber.

Añoro esa tez que brilla blanca como la luna al recibir los rayos del sol. Suave como el algodón.

Añoro esa grácil melena que me hipnotiza con su cadencioso bamboleo, tan aturdidor que me convierte en un pelele con solo mirarlo.

Lagunas

Esta noche tuve un sueño de los más extraño. A parte de las rarezas que todos sueños tienen, sobre todo me perturbo más el hecho de vivirlo en flashes.

1- Estaba vestido con la ropa que uso en el trabajo con mis amigos y gente más que no conocía en fiestas de Bilbao. (Esto en si es extraño porque en nada se parece la ropa que uso en el trabajo con la que uso en mi vida privada, mas aun si voy a fiestas como las de Bilbao).
2- Estaba solo y había perdido la gran cartera que uso para llevar mis llaves, cartera,… Había perdido todo excepto el móvil. Rodeado de gente desconocida intente llamar por el móvil a mis amigos.
3- Seguía perdido, rodeado de gente y me había desaparecido el móvil.
4- Deambulaba por calles que me resultaban conocidas pero que no pertenecían a Bilbao. Me encontré con un vecino al que le conté mi problema. Había perdido todo y no podía volver a casa. No tenía dinero para volver. Me hizo pasar al bar en el que estaba con otro vecino.
5- Estoy sentado en una silla, con la casa de mi amigo Natxo tras de mi y la mía a mi derecha. Desde donde estoy escucho a mis vecinos hablando entre ellos. Me sentía aturdido, confuso y frustrado. Había perdido mi cartera y no sabia como había llegado.

Me desperté sobresaltado. Mire la hora y comprobé que eran poco mas de las cuatro de la mañana. Era un sueño muy raro, aunque más raro todavía era que me acordase de todo como si lo hubiese vivido. Comencé a pensar en el extraño sueño y en esos flashes. El domingo por la mañana me levante con dolor en la parte baja de la espalda. Un dolor similar a cuando te caes de culo. Pero no recuerdo haberme caído. Es mas, soy muy propenso a tener moratones, pero últimamente los tengo y sin razones aparentes. Empiezo a pensar si realmente me pasan cosas así. Como si realmente hubiese momentos en los que perdiese la conciencia de mi mismo y me despertase tras haber realizado algo unos minutos antes. Después de esto empecé a pensar en mi dolor de cóccix que comenzó el sábado a mediodía y de los muchos cardenales que he tenido en mi cuerpo durante toda mi vida sin saber como ni por qué.

Si a esto le añadimos mi insomnio, nos encontramos en la situación que me encuentro en este momento. La noche del sábado al domingo, por ejemplo, me acosté a las tres de la madrugada y me levante sobre las cinco y media. Es increíble que no haya descansado mas en todo el día, a pesar de encontrarme terriblemente agotado. A veces pienso si realmente existe la reencarnación y si en vidas anteriores dormí durante largos periodos de tiempo y en esta vida estoy pagando aquello, viviendo despierto toda mi vida. En muchos momentos siento como si llevase una losa pesada sobre mis hombros. Como si me costase caminar y al final del día me sintiese agotado por el esfuerzo. Pero no puedo descansar y a la mañana siguiente me encuentro igual de cansado y con la losa a mi espalda.

Desde hace un par de semanas me encuentro bastante cabizbajo. Son momentos que todos pasamos y mas yo. Tengo demasiada tendencia a sentir cierta tristeza, cierta nostalgia, sin razón aparente. Hay momentos en los que necesito romper a llorar, pero no puedo. Es como si tuviese un nudo en el estomago y me fuese imposible echarlo de encima. Procuro centrar mi mente en otras cosas. Ocuparla haciendo todo a la vez. Rellenando los momentos vacíos. No es agradable estar así, pero también es complicado salir de un sitio del que no sabes por donde has llegado.

Post-Aclaratorio

Ante la gran controversia creada por mi anterior escrito, me veo en la obligación de hacer esta aclaración:

“Yo, Unai, en pleno uso de mis facultades mentales, expongo que:
La señorita Eneritz es un encanto de persona. Mejor como compañera. De belleza inigualable. Con un sutil humor, lleno de estilismo y buen gusto. Inteligente, conversadora, responsable y una autentica profesional. Todas las palabras se quedan cortas para describir las cualidades que atesora una persona que como los grandes perfumes, viene en envase pequeño.
Y escribo esto con total libertad para que quede constancia de ello y de que mi anterior escrito solo fueron palabras creadas por la envidia y las malas artes.”

Vale Ene, ya lo he hecho. Ahora deja el bate de béisbol en el suelo, que me duelen las costillas. Creo que me has roto una.

Post-Anonimo

Ultimamente he recibido comentarios un tanto desagradables, jocosos y burlones de alguien que firmados por una mano anónima, aunque no desconocida.

Esta semana prometí escribir unas palabras a esta persona y tengo la costumbre de cumplir mis promesas. Es por eso que estas palabras van dedicadas a esa personita a la que veo todos los días. Se que con ello me juego la integridad y posiblemente a partir de mañana necesite una silla de ruedas para moverme.

Bien Enerito (si, Enerito, porque desde ahora te llamare así). Eso de encantadora y apreciada por todos sus compañeros… A ver como te lo explico: Somos cuatro personas en la oficina. Dos son jefes y otra eres tu, así que solo queda un compañero. YO. Y encantadora, encantadora, no es que lo seas. Y para ser apreciadas por todos tus compañeros, tendrías que ser apreciada por mí. Y como que… Claro, mientes tanto… Pero si las únicas visitas que me haces son porque vas a comerte los bombones. Si solo entras por eso. Y es que encima ni ofreces. Te los comes tú solita, egoísta.

Y que dirás si me tomo algo y no ofrezco. A ver, yo soy así. Me contratasteis para que pusiese un poco de cordura en la oficina, porque era más barato que enviarte al psiquiatra. Porque si a mi me patina la cabeza, lo tuyo es para encerrarte y tirar la llave al océano.

En cuanto a lo de mimosín, ya has visto lo que te paso el viernes. Y por partida doble. Y como te sigas portando mal, te daremos más abrazos. Así que ten cuidado, que hasta Edu te puede dar muchos besos.

Si yo soy Jerjes, tú eres Pek. Porque eres igual que Willow. Pero si cuando te vistes como una heavy, pareces un llavero. Eres igual. Solo te faltarían las llaves colgadas.

A la gente que ayuda a los demás, antes se les llamaba tontos. Ahora son solidarios. Pero me parece que a ti te han tomado por tonta. Con todo el dinero que te has gastado podías haber pagado al fontanero. Seguro que tus cartas están rulando por la red.

P.D.: Que nadie se sorprenda o entienda mal este post. Es un poco de ironía llena de mala leche. Si, lo se. Las postdatas se ponen al final, pero como nunca lee nada que escribo, lo pongo en medio, para que no lo vea cuando vaya a contestarme

Y dime una cosa. ¿Cuando te he dado con un clip? Si estas a medio metro de distancia y nunca te he dado será por algo, y no porque tengo muy mala puntería (que la tengo). Pero si me ves grapando unas hojas y ya estas corriendo porque piensas que te la voy a tirar. Lo tuyo es manía persecutoria. Lo que decía antes, de psiquiátrico.

Y por su puesto, no cambiare mi blog. Es tan negro como mi futuro y como yo. Así que si no te gusta, no lo visites. Al menos no esta tan sobrecargado como el tuyo. Que es que hace daño a la vista. Y sobre todo esa megalomanía que tienes encima, poniendo tantas fotos tuyas. Pero si solo te falta poner un espejo en la mesa para mirarte a todas horas. Ahora que lo pienso, seguro que vas al baño a eso, y no para orinar, como sueles decir. Claro, eso era.

Pues ala, lo prometido es deuda. Ya he escrito sobre ti lo que te mereces, Anonima.