viernes, octubre 06, 2006

En un día gris cualquiera

Ayer fue un día gris, triste, melancólico. Cayó una suave llovizna durante gran parte del día. Esa clase de llovizna que no molesta al caer, pero que antes de que te des cuenta te ha empapado por completo. Cuando el cielo daba por hecho que la ración de agua había sido suficiente, daba paso a su buen amigo el viento. Viento que venia del lejano norte. Frío. De ese frío que se te mete en las entrañas y cuesta tanto sacar.
Pues estaba yo en estas, con la mente en lugares tan remotos que mi cuerpo no llegaba a divisar, cuando por el rabillo del ojo vi pasar un haz de luz brillante. Deje mis sueños, porque mi trabajo hacia ya algunos minutos que lo había dejado, y fije mi atención en esa luz. El cielo estaba gris. De un gris tan oscuro que saber que era mediodía debías mirar el reloj de la cercana farmacia. Y en medio de ese paisaje tan melancólico y frío, una paloma tan blanca como la nieve osaba cruzar el tortuoso cielo. Era de un color tan intenso que es normal que la confundiese con un haz de luz. De hecho, los tímidos rayos de luz que lograban sortear las negras nubes se reflejaban en su plumaje como un espejo refleja la luz de una lámpara. Me quede circunspecto mirando la escena. Apenas podía pestañear y no aparte mi vista hasta que el punto luminoso se escondió tras el bosque de ladrillos y hormigón. Dudo mucho que ninguno de los “Machus Ibericus” que me rodeaban pudiesen llegar siquiera a intuir la escena que presencie. Y si la llegasen a intuir, lo verían como una ñoñería de alguien al que consideran raro por no tener la escala de valores de los neandertales.
Si hoy hubiese sucedido esa escena, habría apretado los dientes, hubiese fabricado una honda tan rápido como hubiese podido y la hubiese lanzado contra ese maldito pajarraco. Antes de que su cuerpo tocase tierra, le hubiese partido el cuello en dos y me hubiese bebido su sangre. Que efímera es la belleza, casi tan efímera como la alegría.

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4 Comments:

Blogger Darkhorse1974 said...

Joe tio, pobre animalico!

6/10/06 15:56  
Blogger neus said...

ná, que las palomas son una plaga, por más blancas que sean, Dark, jejejeje ;*)

Si es que... estas cosas son las que te pueden arreglar un mal día, o una mala semana... un momento efímero pero altamente intenso, el solo hecho de ser capaz de vivirlo te hace privilegiado Rïzer, muy privilegiado. Cuando estaba viendo anteayer a la garza real, fui consciente de que si no había sido la única en percatarse de su presencia, casi, casi. Me gustó imaginar, vaya pedanteria por mi parte, que pasó por allí para que la viera, para regalarme su belleza.
La gente no tiene tiempo para observar a su alrededor y se pierden maravillas por culpa de la dichosa prisa. Yo algún día voy a perder el equilibrio dándome con cualquier cosa con la mania que tengo de encantarme con las montañas, el cielo, las nubes, los árboles... La verdad es que los demás me miran estrañados :P

Besos!!!

6/10/06 19:14  
Anonymous Anónimo said...

Pues si, muy efímera, por eso la belleza y la alegría son cosas para saborearla en su momento y no dejarlas para más tarde ya que se marchitan...

Un abrazo

7/10/06 09:26  
Blogger freeway_flyer, EUSKADI. said...

Un día todo irá bien: he aquí nuestra esperanza. Todo va bien hoy: he aquí la ilusión.

VOLTAIRE, François-Marie Arouet

7/10/06 16:28  

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