Mis Hermanos (2)
EGOITZ
Aunque nos conocimos en 3º de BUP, no fue hasta COU cuando comenzó a fraguarse nuestra amistad. Fue al inicio de ese curso cuando nos sentamos en mesas contiguas y empezamos a hablar más que a atender a los profesores. Poco a poco fue creciendo esta amistad, hasta el punto que empezó a salir conmigo y mis amigos. Ni siquiera recuerdo como fue ese primer día, pero es lo de menos, porque después de ese fin de semana llegaron otros fines de semanas y otras fiestas y muchas más vivencias. Dada nuestra “mala” costumbre de decirnos las cosas a la cara hemos tenido más de un disgusto. Pero eso son cosas que los buenos amigos deben sufrir, de lo contrario solo seriamos amigos de copas, y esa clase de amigos rara vez tienen la paciencia y la elegancia de ofrecerte la mano cuando peor estas y menos lo pides. Aunque normalmente siempre hemos estado todos muy unidos, todavía tengo guardados en una parte de mi memoria esos días que pasamos los dos en Vitoria, Najera, etc. Y aunque parece que esta destinado a vivir lejos de nosotros, estoy seguro que a pesar de que sean estos momentos mas espaciados, serán aun mas intensos y los esperare con gran esperanza. Porque estoy convencido que jamás dejaremos de vivir buenos momentos juntos, a pesar de todas las discusiones que podamos tener. Porque para eso están los amigos, para lo bueno y para lo malo. Y siempre es agradable tener una mano amiga sobre tu hombro, aunque esa mano sea tan grande como tu cabeza.
Aunque nos conocimos en 3º de BUP, no fue hasta COU cuando comenzó a fraguarse nuestra amistad. Fue al inicio de ese curso cuando nos sentamos en mesas contiguas y empezamos a hablar más que a atender a los profesores. Poco a poco fue creciendo esta amistad, hasta el punto que empezó a salir conmigo y mis amigos. Ni siquiera recuerdo como fue ese primer día, pero es lo de menos, porque después de ese fin de semana llegaron otros fines de semanas y otras fiestas y muchas más vivencias. Dada nuestra “mala” costumbre de decirnos las cosas a la cara hemos tenido más de un disgusto. Pero eso son cosas que los buenos amigos deben sufrir, de lo contrario solo seriamos amigos de copas, y esa clase de amigos rara vez tienen la paciencia y la elegancia de ofrecerte la mano cuando peor estas y menos lo pides. Aunque normalmente siempre hemos estado todos muy unidos, todavía tengo guardados en una parte de mi memoria esos días que pasamos los dos en Vitoria, Najera, etc. Y aunque parece que esta destinado a vivir lejos de nosotros, estoy seguro que a pesar de que sean estos momentos mas espaciados, serán aun mas intensos y los esperare con gran esperanza. Porque estoy convencido que jamás dejaremos de vivir buenos momentos juntos, a pesar de todas las discusiones que podamos tener. Porque para eso están los amigos, para lo bueno y para lo malo. Y siempre es agradable tener una mano amiga sobre tu hombro, aunque esa mano sea tan grande como tu cabeza.
Etiquetas: Familia
2 Comments:
Una gran persona, me encanta salir de juerga con el, somos los unicos que bailamos :-P
jajajaja, eso es cierto, a ver cuando alguien se anima!!!
Por cierto, gracias por lo que me toca.
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