domingo, junio 18, 2006

La otra cara del Mundial

Estaba viendo el partido Francia-Corea junto a mi padre cuando este hizo un comentario: “Francia esta llena de negros”. Si lo se, es un comentario racista. Si, mi padre lo es. Y no, no estoy nada orgulloso de ello. Todos tenemos una oveja negra en la familia, algún drogadicto, alcohólico, ludópata o como en mi caso racista. Pero esta no es la cuestión a la que quería hacer referencia, si no al hecho de que era cierto, la selección francesa estaba llena de jugadores de color. Esto me hizo recordar lo que sucedió hace unos meses en Francia. Seguro que los recuerdas. Manifestaciones, quemas de coches,… No me estoy refiriendo a la pelea que suscitó el contrato basura francés, si no a las anteriores. A las disputas por la decadencia de los descendientes de los inmigrantes llegados a Francia en los años 60 y 70. Esos hijos de inmigrantes nacidos en Francia y tratados como extranjeros en su propio país. Si nos fijamos en la selección de fútbol francesa vemos esa paradoja. Desde su estrella Zidane (hijo de inmigrantes argelinos) hasta el ultimo de sus jugadores. La selección francesa esta llena de descendientes de Ghana, Armenia, Yugoslavia, Mauricio, Costa de Marfil, Guadalupe, Senegal, Martinica, Argentina, Congo,… La selección de fútbol es la imagen de un país crisol de culturas. Seguro que a nadie de los aficionados al fútbol les habrá pasado por alto el ver un jugador de color con Japón y es posible que no se hayan parado a pensar en ello. Un brasileño jugando con la camiseta del país nipón. Y no tenemos que irnos tan lejos. La selección española posee entre sus filas a otro brasileño y a un argentino. En Italia se ha abierto el debate porque uno de sus jugadores no sabe el himno del país. Un jugador de origen argentino. En Alemania se insinuaba que sus jugadores polacos debían no jugar ante la selección del país de sus progenitores. Por si acaso. Y que decir de los norteamericanos. Este año han disminuido los hispanos entre sus filas, pero siempre ha estado plagada de jugadores de Sudamérica. Esperemos que las denuncias sociales realizadas por la comunidad hispana no haya tenido nada que ver en esto, pero con ellos nunca se sabe. Incluso Túnez posee su propio brasileño. Angola y Trinidad y Tobago tienen jugadores blancos entre sus filas. Lo nunca visto. Y esta es la belleza del fútbol, de cómo las razas y las culturas se van uniendo, fundiéndose en uno. Como la caída de fronteras enriquece la vida de todos. Ojala algún día no tengamos que fijarnos en el origen de los padres de uno que defiende la camiseta de un país que le vio nacer o que le acogió en su momento. Y ojala algún día podamos ver a un jugador sueco defendiendo la camiseta de Etiopia o Ruanda. Eso tal vez signifique que la vida en todos los lugares del mundo es igual para todos.

Etiquetas:

3 Comments:

Blogger Darkhorse1974 said...

Como decia alguien conocido: "El futbol es así"

23/6/06 15:03  
Blogger Rïzer said...

Lo que es, es una mierda. Arriba Italia

23/6/06 18:07  
Blogger Egoitz said...

Rooney tampoco se sabe el himno ingles. Y mira tu que es facil.

26/6/06 00:51  

Publicar un comentario

<< Home